miércoles, 26 de septiembre de 2018

PASITOS DE BEBÉ COMO ESTRATEGIA EN LA TERAPIA BREVE


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En TBCS vamos a pasos lentos. Con pasitos de bebé. Pedimos poco a los clientes, así se trate de problemas muy perturbadores o “graves”.
Esto puede parecer extraño, pero tiene sus razones.
Es muy importante crear condiciones previas para que aquello que ahora parece imposible o tremendamente difícil, se torne factible o más fácil. Las condiciones modestas creadas ahora, hacen posible las conductas y metas futuras. Y la realización de esas conductas y el logro de esas metas “modestas”, son la nueva condición para otras conductas o metas más exigentes aún, y por ahora “imposibles”.
La idea es hacer posible lo imposible un paso a la vez.
Un ejemplo. Una persona expresa una gran sensación de estrés y de perturbación por la gran demanda de trabajo que enfrenta, y teme que eso empeore en los meses futuros porque la presión laboral se va a incrementar. Teme que esto afecte a su matrimonio y a su familia, y que las termine perdiendo a ambas. Dado que no puede ni le conviene renunciar, y tampoco puede decidir sobre su tiempo, no avizora salida. Esto le genera mucho malestar.
El terapeuta puesto ante esta situación puede sentirse igualmente estresado y sin mucho margen de maniobra, dado que la persona la presenta como “o esto…o esto” y viene para que la ayuden a que sea “y esto…y esto”.
La estrategia que se utilizó fue pensar en aquello que, sin ser la solución ni mucho menos, sería un “alivio” que le permitiría un “respiro” y la posibilidad de pensar, allá y entonces, en otras cosas que ahora no se nos ocurren ni, de ocurrírsenos, se podrían realizar.
La persona plantea que aquello sobre lo cual sí puede actuar ahora está en casa, y tiene que ver con su pareja. Revisando algunos cambios pre tratamiento, que ya venía realizando, y las quejas que la pareja le expresaba, se concluye que puede dedicarle unos minutos en la noche (diez o quince), y durante ese tiempo “estar realmente ahí” con la pareja. Afirma que de hacer eso es muy probable que “en el frente interno” la tensión disminuya y la relación mejore, y que ese alivio le permita enfrentar, algo más descargado, la problemática laboral. La visualización de esta salida le lleva a la conclusión de que puede gestionar sola su situación, así que una próxima visita queda pendiente a cómo le vaya yendo.
Los quince minutos con la pareja son una medida muy modesta, un “pasito de bebé”; no obstante, sí creemos que, de realizarse, le permitirá a la persona posicionarse de otra manera frente a su problema, y generar emociones y perspectivas nuevas que lo vayan moviendo en otra dirección. Lo que ocurra en ese entonces no sería posible sin las modestas iniciativas de ahora.