sábado, 20 de septiembre de 2014

EL DETECTIVE COLUMBO EN TERAPIA.


SITUACION-PROBLEMA-DEMANDA-OBJETIVOS. Construyendo un espacio para la terapia.

Uno de los temas más importantes en terapia y, a la vez, uno de los más dificultosos,  es la construcción de un blanco adecuado sobre el cual trabajar. Es un error creer que las personas que acuden a consulta tienen siempre bien en claro qué es lo que desean conseguir. Muchas veces, aunque parezca exagerado decirlo, ni siquiera tienen bien precisado cuál es el problema que quieren tratar y resolver.

Es necesario entonces que el terapeuta tenga presente algunas precisiones conceptuales y algunos procedimientos a seguir para construir el faro que guiará el proceso de ayuda.

A continuación hacemos una propuesta de distinción de términos entre los conceptos SITUACIÓN, PROBLEMA, DEMANDA y OBJETIVOS, como constitutivos de la queja o motivo de consulta. Esta distinción es resultado de nuestra experiencia acumulada durante años formando terapeutas orientados a las soluciones.

SITUACIÓN.-
Nos resulta útil definir la situación como los hechos u acontecimientos "objetivos" que los consultantes nos plantean en terapia. Es "lo que pasa" en sus vidas o en las de otros significativos. Algunos ejemplos: "Mi hijo fuma marihuana", "mi pareja y yo peleamos mucho", "me cuesta concentrarme en clase",  "pierdo fácilmente la paciencia", etc.

El reto aquí es no comprender demasiado rápido lo que las personas nos plantean. Algunos terapeutas podrían pecar de expeditivos y perspicaces, y pescar demasiado al vuelo el supuesto significado personal de lo que nos narran.

En lugar de ello nos parece más recomendable mantenerse un rato en la actitud de "no saber todavía" que propone Harlene Anderson; asumir el "estilo Columbo" del que habla Mathew Selekman (haciendo referencia al personaje televisivo del detective Columbo, un policía que siempre atrapaba al culpable haciéndose el despistado). En síntesis: hacerse el tonto, el de oído duro.

Puede parecer que tener un hijo que fuma marihuana o perder la paciencia fácilmente son problemas evidentes. Nosotros preferimos ir más lento y tomarlo simplemente como hechos, situaciones, acontecimientos, cuyo significado problemático aun debemos averiguar.

PROBLEMA.-
Mientras que la situación siempre está constituida por hechos, el problema siempre es una construcción personal, grupal o social. Es el significado negativo que las personas atribuyen a los hechos que describen y de los que se quejan. El problema es una postura co-construida ante la vida o ante cierto recorte que hacemos de ella. No es evidente per se, y nos parece recomendable siempre ir despacio e indagar por qué la situación descrita es un problema. 

Tomando uno de los ejemplos anteriores podríamos preguntar:
  • El que su hijo fume marihuana es un problema?
  • Cómo así eso constituye un problema?
  • Para quién constituye un problema?
  • Para quién no lo es?

Estas preguntas nos permitirán delimitar mejor el punto de vista de la persona. Además, esta especie de tour verbalizado por la situación que nos incomoda o nos hace sufrir suele ser un recordatorio eficaz acerca de las buenas razones por la cuales queremos cambiar y lograr objetivos. El efecto consiguiente generalmente es un incremento de la motivación.

DEMANDA.-
Descrita la situación (el contexto) y delimitado el problema, lo que sigue ahora es indagar por lo que los consultantes esperan de nosotros en cuanto terapeutas. Aquí tampoco es bueno pegarla de zahorí y entender demasiado pronto. 

Luego de hacer un resumen de la situación y del problema descritos, sugerimos preguntar:
  • De qué manera espera usted que yo lo ayude en la situación que me ha descrito?
  • Qué tenía en mente al pedir cita y venir aquí?
  • Tiene usted alguna idea de cómo podría yo ayudarlos?
No confundir estas preguntas con la idea de que le estamos pidiendo al consultante que nos dicte las soluciones que espera conseguir. Lo que se busca aquí es que la persona nos revele algo de sus expectativas hacia nosotros, del tipo de ayuda que imagina podemos darle.

El vital tener esto claro para evitar malos entendidos: la persona puede esperar algo que no podemos darle (como que lo psicoanalicemos) o algo que no nos parece útil, correcto o adecuado (hacer regresiones a vidas pasadas o convencer a alguien de algo). Se abre así la posibilidad de una negociación de esas expectativas y, de no lograrse, la derivación hacia otro profesional que sí pueda cumplirlas.

OBJETIVOS.-
Este proceso de crear un espacio terapéutico desemboca en el establecimiento de "objetivos bien pensados", como le llama Insoo Kim Berg. Los objetivos se constituyen en el blanco de la terapia y en la medida que utilizaremos para evaluar el avance del proceso. 

Lograr objetivos terapéuticos claros puede hacer la diferencia entre tener éxito o no en la terapia. Los criterios que Insoo Kim Berg plantea para los objetivos son:
  • Tener importancia para el cliente. 
  • Ser limitados. 
  • Ser concretos, específicos, y estar formulados en términos de conducta. 
  • Plantear la presencia y no la ausencia de algo. 
  • Que sean un comienzo y no un fin de algo. 
  • Que sean realistas y alcanzables dentro del contexto de la vida del paciente. 
  • Que se perciba que exigen un “trabajo duro”. 

La frase "voy despacio porque llevo prisa" puede ejemplificar lo que se busca con estas cuatro fases. Procurar cumplirlas y no saltarse ninguna, paradójicamente, antes que volver lenta la terapia nos permite crear una buena plataforma de lanzamiento para abreviarla y cometer menos errores. 

En el Enfoque de Soluciones preguntar siempre es mejor que presuponer.

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