miércoles, 31 de enero de 2018

¿IZQUIERDA TERAPÉUTICA?


No hay texto alternativo automático disponible.En cierta ocasión se me ocurrió utilizar como metáfora del espectro terapéutico en el que me muevo, y de las diversas escuelas o enfoques que lo integran, el espectro político que se da entre las derechas y las izquierdas.

            Como mi práctica se ubica casi exclusivamente en las llamadas terapias “constructivas”, que incluyen a las terapias constructivistas, las terapias construccionistas y las postestructuralistas, se me ocurrió que éstas se podrían ubicar hacia la izquierda del espectro terapéutico. La razón para ello es su carácter “revolucionario" y "progresista", su actitud anti autoritaria y su vocación por apoyar las causas nobles, sociales y de avanzada. Son terapias democráticas y liberales, por decirlo así, que confían en la persona-en-conversación con otras, y respetan su forma de ver el mundo y de verse a sí mismas.
            Dentro de esta "izquierda terapéutica” también podemos ver tendencias, que implican diferentes grados de “no saber”, y de asumir el pensamiento débil como filosofía. Además, de ser más o menos directivas en su accionar, confiando en las posibilidades generativas del lenguaje.
            En la centro-izquierda se me ocurrió que podríamos ubicar a la Terapia Estratégica Breve (TEB) del MRI de Palo Alto. Esta forma de hacer terapia comparte con el pensamiento débil la idea de que no es posible conocer la realidad tal y como es, y que en lugar de conocimiento objetivo solo tenemos construcciones personales que reflejan más nuestras experiencias que la realidad exterior.
            Según Maturana (Maturana y Varrela, 2003) nuestro sistema nervioso es un sistema cerrado y, por consiguiente, la “captación del mundo” no es posible. Los terapeutas que comparten estas ideas (Nardone y Portelli, 2006) consideran que las personas se guían por “autoengaños” patológicos o “autoengaños" terapéuticos. El rol del terapeuta sería, entonces, ayudar a crear, a través de intervenciones estratégicas cuidadosamente diseñadas, esos autoengaños terapéuticos que lleven al cambio.
            Si los coloco en la centro-izquierda, y no más a la izquierda, es porque los practicantes de esta terapia son muy directivos y tremendamente manipuladores (ÿ a mucha honra”, dicen); consideran que el terapeuta es el experto y confían mucho en sus estratagemas (Nardone, 2013) para lograr pasar del problema a la solución. Cabe aclarar que ellos no dictan cuál es la solución a la que hay que arribar, ni tampoco imponen cuál es la mejor forma de vivir (por eso se gana el derecho de estar a la izquierda del espectro). De hecho, consideran que el problema existe sí y solo sí hay alguien que lo considere tal. La terapia concluye en cuanto el cliente considera que el problema desapareció ,o que la situación que lo aquejaba ya no significa un problema para él.
            Un poco más a la izquierda ubico a la Terapia Breve Centrada en las Soluciones (TBCS). La razón para ello es que la TBCS es algo menos directiva que la TEB pero un poco más que las otras dos que siguen en esta lista. Tiene un formato preestablecido que seguir, aunque bastante laxo y flexible, y una orientación abiertamente dirigida hacia la búsqueda de soluciones. La TBCS no está abierta al diálogo de cualquier tipo y en cualquier sentido, sino al diálogo que lleva al logro de objetivos y metas, y a soluciones como su nombre lo indica.
            No obstante, la pongo hacia la izquierda del espectro porque es muy respetuosa de las definiciones que hace el consultante, tanto de lo que considera es su problema como de aquello que quiere lograr y considera la solución a dicho problema. El terapeuta centrado a las soluciones no manipula, como en el caso anterior, pero sí cumple una función similar a la de una “asesor editorial", haciendo las preguntas necesarias para ir identificando junto con el cliente los recursos que éste posee, y ver la forma más útil de ponerlos en práctica.
            Un poco más a la izquierda aún, tenemos a la Terapia Narrativa (TN). La “tendenciosidad" en este enfoque todavía puede identificarse, pero es mucho menos marcado que en las dos propuestas anteriores. Esto se nota en la búsqueda de desenlaces inesperados y en el tratar de “engordar" las historias preferidas de las personas que consultan. No es un conversar por conversar para ver qué sale o hacia a donde nos lleva el dialogo. No. Hay una intención definida y política, pero los procedimientos son más difusos o menos claros que en la TBCS y en la TEB. Es como sí los narrativos supieran en qué dirección quieren ir, pero que confían menos en la legitimidad de tal o cual forma de llegar ahí.
            El pensamiento débil está presente, entonces, pues no consideran que una forma de actuar tenga más derecho que otra, ya sea por sus fundamentos científicos o filosóficos. A lo más que llegan es a proponer “mapas" (White, 2016), pero un sector de narrativos se opone a ellos por considerarlos ajenos al espíritu que mueve a este tipo de terapia.
            Finalmente, en la "extrema izquierda” del espectro político-terapéutico sitúo a las Prácticas Colaborativas y Dialógicas (PCyD). Las PCyD son las que más en serio se toman la idea de que ninguna propuesta es mejor que otra (idea básica del pensamiento débil), y por eso se despojan de casi cualquier tendenciosidad o propuesta metodológica. Ni metas, ni resultados, ni objetivos ni nada de nada. Lo que debe surgir es aquello que irá surgiendo en las conversaciones guiadas exclusivamente por la curiosidad. Confían más que las propuestas anteriores en la cualidad transformadora del diálogo y se mantienen fieles a esa idea.

            En apariencia puede parecer que las PCyD son el tipo de terapia más fácil de implementar, ya que supuestamente consistiría en "solo conversar”, pero la experiencia me enseña que es más difícil de implementar que las anteriores. Realmente se necesita tener fe en el poder del diálogo.

2 comentarios:

  1. La izquierda política nace durante la revolución francesa y es un proyecto que aboga por la razón frente a las supersticiones primitivas,la ciencia, la objetividad, la igualdad universal (no es lo mismo que estatus especiales para grupos minoritarios)por lo que no le encuentro mucha relación con las denominadas psicoterapias postmodernas de corte más subjetivista y claro está es necesario contemplar no confundir directividad con autoritarismo.
    Cabría si hacerse la pregunta de si existe un modelo en psicoterapia que se plantee desde la razón,las neurociencias, la teoría de la evolución darwinista y otras disciplinas afines para la comprensión de las bases del comportamiento humano, bueno gracias por tu post me ha permitido plantearme y plantear esa pregunta, saludos.

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  2. Hola interesante el post una consulta escuché de que la TBCS es más promovida por izquierdistas es así? Entonces carece de fundamento científico ya que la estoy estudiando y hasta donde se tiene un nivel de meta análisis relevante pero el que sea promovido por izquierdistas afecta en algo en el tema de valor científico?

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